Londres noir. El libro negro del crimen

La Felguera (eds)

Editorial: La Felguera

ISBN: 9788494420825

Publicación:

Nº de páginas: 320

Precio: 19,00 €.

Las biografías oscuras y terribles de legendarios regicidas, piratas, incendiarios, ladrones de cadáveres, envenenadoras o revolucionarios ingleses en una cuidada selección del The Newgate Calendar, un boletín mensual de ajusticiamientos producido por el vigilante de la tristemente infame prisión de Newgate, Londres. The Newgate Calendar, subtitulado The malefactors bloody register (El sangrante registro de los malhechores) podía encontrarse en cualquier hogar inglés entre 1750 y 1850. Fue el precursor de la novela gótica y detectivesca o los célebres Penny dreadful. Primer título de una colección que dará mucho que hablar: True Crime, dedicada a la narración sangrienta, las biografías de famosos e infames criminales y la investigación y crónica criminal.

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Una pavorosa familia de caníbales, un insensato que difundió una falsa declaración de guerra, los planes de un grupo secreto para derribar al gobierno, unos ladrones de cadáveres, un intrépido pirata, un terrorífico salteador de caminos… The Newgate Calendar, subtitulado The malefactors bloody register (El sangrante registro de los malhechores), fue uno de esos libros, junto con la Biblia, el Libro de los mártires de Foxe y El progreso del peregrino, que muy probablemente podía encontrarse en cualquier hogar inglés entre 1750 y 1850. Se animaba a los niños a leerlo, porque se consideraba que inculcaba principios para llevar una vida recta por miedo al castigo. La mayoría de escritores, al igual que la mayoría de personas cultas de cualquier ramo, lo había leído en su niñez. Y, cualesquiera que fueran sus efectos morales, no cabe duda que les proporcionó mucho material. Sus historias dieron lugar a numerosas versiones, nuevas obras inspiradas en estas o plagios. Es de ahí de donde numerosos autores eternos, como Dickens, Defoe o Lytton, entre tantos otros, sacaron muchos de sus personajes y relatos. Barnaby Rudge de Charles Dickens, Eugene Aram de Bulwer-Lytton, Jonathan Wild de Henry Fielding y The collegians de Gerald Griffin son solo algunas de las muchas novelas basadas directamente en The Newgate Calendar, sin olvidar al inmortal Thomas de Quincey y su Del asesinato considerado como una de las bellas artes, donde se hace eco de uno de los grandes asesinos de esta obra: John Williams y los famosos asesinatos de Ratcliffe Highway. Incluso los analfabetos habían tenido la oportunidad de ver adaptaciones teatrales de los relatos, que eran un clásico del drama popular de la época.

Originalmente fue un boletín mensual de ajusticiamientos producido por el vigilante de la tristemente célebre prisión de Newgate. Sus historias, pavorosas e inolvidables, despertaron una gran fascinación entre los ingleses, hasta el punto de que se convirtieron en un género literario de los más vendidos en toda la historia del país. Sus retratos y crónicas, publicadas de forma anónima, recurrían a un lenguaje sencillo y directo capaz de dibujar escenarios brutales, inspirando la aparición del género gótico, la novela detectivesca, los relatos incluidos en los antiguos seriales Penny dreadful (popularmente conocidos como los «horrores a penique» porque ese era el precio por una dosis de historias terroríficas) o las llamadas «novelas de Newgate», que causaron una gran polémica, pues se consideró que glorificaban la vida y las hazañas de los célebres criminales retratados en The Newgate Calendar. De hecho, se asemejan incluso a los famosos libros de mártires de la Edad Media. Los ingleses, durante esta época, se enorgullecían de sus criminales lo mismo que de sus tropas. En la selección que hemos hecho (una edición de la totalidad de sus relatos hubiera supuesto más de un millar de páginas) encontramos desde regicidas a ladrones de cadáveres, envenenadoras o revolucionarios. La edición, convenientemente ilustrada, cuenta con un prólogo de Charles Dickens sobre la misma prisión de Newgate, inédito hasta la fecha, así como con un apéndice dedicado a la Maiden, la infame guillotina escocesa.