El grito en el cielo
Gallego, Javier
Editorial: Arrebato Libros
ISBN: 9788494331343
Publicación: 2016
Nº de páginas: 116
Precio: 12,00 €.
Qué más podemos añadir a lo que dicen del libro escritores y periodistas tan prestigiosos como Raúl Zurita, Belén Gopegui, Santiago Alba, Olga Rodríguez, Antonio Lucas e Isaac Rosa.
Por Raúl Zurita – “Recogiendo la herencia de Walt Whitman, Javier Gallego “Crudo” ha escrito un libro notable, “El grito en el cielo”, que tiene la fuerza, la jerarquía y la convicción artística como para romper con las toneladas de poemas autistas, innecesarios, que han hecho de la poesía un arte irrelevante, trayéndola de nuevo a este mundo. Es lo que Javier Gallego ha hecho. Y eso es mucho”.
Por Isaac Rosa – “Entre lo íntimo y lo público, del Yo desnudo al Nosotros alzado, Crudo escribe con la misma ferocidad un poema de amor que uno político, duelen por igual el corazón y el capitalismo”.
Por Olga Rodríguez – “Con un enorme poder descriptivo, los poemas de Javier Gallego nos hablan de amor y desamor y nos relatan una realidad despiadada: la de la voracidad de los más poderosos, la de la desgracia de los desahuciados, la de los centros comerciales que venden la felicidad a 5 euros, la de la humanidad dispuesta a devorar a su otra mitad, la de los refugiados sin nombre, la de los precarios que respiran sin oxígeno, la de los aullidos de los que están solos.
Gallego comparte en sus versos un grito. Un grito prolongado y atónito, crudo, furioso, escalofriante, conmovedor. Un grito que nos mantiene sin aliento, encogidos, enganchados y boquiabiertos, gritando con su voz”.
Por Santiago Alba – “Javier Gallego, es, además de un gran periodista, un gran poeta. Sus magníficos poemas, sobre todo los de costumbrismo apocalíptico,no fascinan como las serpientes sino que, como las serpientes, te atrpan en sus largos, viscosos anillos, a través de cuyas espirales se desciende, anestesiado por bellezas terribles, al corazón de la bestia”.
Por Belén Gopegui _“Una voz que enciende modos de plegaria, pero no suplica. Una ofrenda, un aullido, poesía en voz alta y después, en otro tono, un erotismo de atenta melancolía. Recordé a aquel “poeta iracundo de las ondas” de Sidney Lumet y su “¡asómense a la ventana y griten: Estoy más que harto y no quiero seguir soportándolo!”.
Por Antonio Lucas – “Este libro es un aullido de todos. Acoge los poemas de un hombre que mira alrededor y encuentra palabras exactas para compartir su dañada emoción ante un presente desbocado”.
Por Manuel Jabois – “Las sociedades maltratadas necesitan que las canten poetas a la intemperie. Por eso es tan importante este libro: para no perdernos de vista”