Vivimos en un mundo que está cambiando profundamente desde las últimas décadas del pasado siglo, donde se están generando dinámicas tendentes a aumentar el control de la población. Las estrategias de «Tolerancia 0» se están generalizando, con el consiguiente fortalecimiento de políticas represivas en un medio con una potencialidad creciente de acumular información sobre individuos, grupos o instituciones.

A la par, los medios de comunicación de masas, u otros mecanismos como las redes sociales, se están dotando de una capacidad para configurar actitudes que pocos años atrás hubiese sido impensable.

Precisamente por todo ello, este libro se ocupa de los problemas relacionados con las estrategias de control establecidas en diferentes ámbitos, desde las instituciones totales, como la cárcel o el manicomio, hasta las que se dan en el espacio público, a lo que se han destinado los primeros epígrafes.

Los dos siguientes se han dedicado a aspectos que podríamos calificar de superestructurales, donde se estudian asuntos como la construcción de imaginarios y el papel que desempeñan como mecanismos de control o el propio discurso teórico que contribuye al diseño de los instrumentos de dominación.

Los aparatos de control de la era de la globalización tienen, sin duda, rasgos novedosos, pero también es cierto que hunden sus raíces en prácticas de regulación precedentes, por lo que no se ha olvidado la perspectiva histórica a lo largo de este análisis.