El negocio de la xenofobia. ¿Para qué sirven los controles migratorios?

El negocio de la xenofobia. ¿Para qué sirven los controles migratorios? Claire Rodier (2013). Clave internacional. 150 páginas. Precio: 14 euros.

La vigilancia de las fronteras se ha convertido, en los últimos años, en un gran negocio. A partir de la década de 1990, las empresas privadas de seguridad y la industria del armamento han descubierto que el control de los inmigrantes puede ser una gran fuente de ganancias. La mayor empresa de seguridad, G4S (que dedica una parte de su actividad a la «gestión» de la inmigración), tiene en la actualidad más de 650.000 empleados, lo que la convierte en la segunda empresa privada del mundo en personal contratado. FRONTEX, la agencia europea de vigilancia de fronteras creada por la Unión Europea, es emblemática de este boom, muy rentable políticamente y muy lucrativo en el plano financiero. El sistema SIVE utilizado en las islas Canarias, las Baleares y el sur de España, las murallas que se alzan en México o Tel-Aviv? estos engranajes invisibles en busca de nuevas ganancias, establecidos por todas partes, salen por primera vez a la luz en este sorprendente y explosivo libro.