La Plataforma Feminista[1] convocó en noviembre del año pasado una Jornada que se tituló ¿Nosotras decidimos? para debatir en torno a la temática del aborto, en el marco de la elaboración y discusión a nivel del Estado español, de una nueva ley del aborto. La idea inicial de la misma suponía intentar dilucidar el complejo entramado de variables desde el que las mujeres abordamos la problemática del aborto. La Jornada estuvo dividida en dos tipos de actividades: durante la mañana se debatió en grupos reunidos alrededor de cuatro bloques temáticos (aspectos socioeducativos, el aborto como lucha reivindicativa, las diversas variables que entran en juego a la hora de decidir, los aspectos legales, etc.) y en la tarde se realizó un pleno en el que se pusieron en común esos debates.
La objeción de conciencia (…) en la práctica sólo se utiliza en la reproducción de las mujeres. ¿Casualidad?
Teniendo en cuenta las múltiples variables que fueron tratadas durante ese día, a continuación se enumeran las exigencias y reivindicaciones que seguimos considerando prioritarias en la lucha por el derecho al aborto[2]:
- Despenalización total del aborto, tanto para las mujeres como para las personas profesionales que realizan esta práctica: exigimos que el aborto salga del Código Penal. El aborto, considerado como derecho, dentro de la regulación de derechos y libertades, ha de tener el mismo tratamiento jurídico que el derecho a la huelga, a la libertad de expresión y a la integridad física, por ejemplo. La capacidad autónoma de las mujeres de decidir sobre su cuerpo, su sexualidad y su posible maternidad, puede estar regulada para el sostenimiento y aseguramiento de ese derecho, pero no para limitarlo, privatizarlo, mercantilizarlo y condenarlo, como le interese al poder científico, político o eclesiástico de turno.
- Creemos que en el aspecto educativo, no se trata únicamente de crear una nueva asignatura, sino también de formar al profesorado y de dotar a las personas de conocimientos y de medios reales para evitar un embarazo no deseado y enfermedades de transmisión sexual. Por lo tanto, junto a la formación en sexualidad, sería deseable que los métodos anticonceptivos fueran accesibles y estuvieran financiados por el Estado.
- Que sea un servicio incluido en el sistema sanitario público, gratuito y asegurado en todas las comunidades. De nada sirve dotar formalmente de derechos si de facto no se habilitan recursos para su consecución. Es necesaria la normalización del proceso abortivo y el fin de la medicalización del cuerpo de las mujeres. La situación económica personal es doblemente resaltable en las mujeres, teniendo en cuenta la clara feminización de la pobreza o la doble explotación femenina. No podemos tolerar que la situación económica de las personas limite sus derechos, en concreto, el derecho que cualquier mujer ha de tener a abortar cuando lo crea conveniente.
- Regulación de la objeción de conciencia. Si bien es un punto complejo, existen mínimos en los que se está de acuerdo: no se puede objetar en la sanidad pública y luego que esa misma persona realice abortos en clínicas privadas; tampoco es posible que exista el derecho de objeción en la sanidad pública para el caso del aborto cuando no existe en otros casos (véase vacuna el VPH, ¿alguien puede objetar a la hora de poner esta vacuna?). La objeción de conciencia contiene varios problemas: no es individual, existen actualmente coacciones por parte de facultativos/as jefes/as que imponen su criterio a todo su personal; en la práctica sólo se utiliza en la reproducción de las mujeres. ¿Casualidad?
Para profundizar
Mujeres ante el congreso: mujeresantecongreso.blogspot.com/
Las linces: laslinces.blogspot.com/
Federación estatal de organizaciones feministas: www.feministas.org
[1] Algunas asociaciones, grupos, partidos, etc., que pertenecen a la Plataforma asturiana por el derecho al aborto.
[2] El siguiente texto es un fragmento del que el Grupo IV de las Jornadas elaboró como conclusiones del trabajo realizado durante ese día. Participaron de la elaboración del mismo: Amaya Carnedo, Eva Garzón, Susana Moral, Isabel Miguel, Elena Pintado, Lorena Fioretti, Ana García y Delia Rodríguez.