Resulta casi imposible permanecer impasible ante esta imagen. Menos aún encontrar una plácida recreación voyeurística. Esa es la fuerza narrativa que pretendía su autora, Jo Spence, cuando desarrolló de 1982 a 1991 (un año antes de su muerte debida a un cáncer) su trabajo «The Picture of Health?». Una autoexploración, diario de enfermedad y «proceso de mutación » que la artista documenta de manera dura, real y descarnada, sin aditamentos ni artificios que tranquilicen a quienes se acerquen a su obra.
A través de sus fotografías, Spence antepone los cuerpostabú −envejecidos, pobres, enfermos− que la sociedad y la medicina silencian y no muestran. En «Exiliada» revela la realidad de las mentiras de la fotografía y la necesidad de mostrar cuerpos heridos, fragmentados, que construyen igualmente su identidad desde la realidad que viven, aunque para la sociedad represente lo anormal e incluso lo abyecto. Fotografía su propia enfermedad como modelo para hablar de la dimensión social, física y emocional de la misma.
Al enfrentarnos a su cuerpo desnudo y enfermo, Jo Spence ejerce el control, compensa la balanza frente a la idealización de cuerpos atemporales e inmateriales; una mirada que, lejos de tranquilizar, nos enfrenta con lo incómodo de lo que socialmente encajamos en un cuerpo incompleto, apartándolo de lo normal.