Socialismo en el siglo XIX. Raíces, origen y desarrollo del laboratorio socialista antiestatal en el siglo XIX

Vadillo Muñoz, Julián

Editorial: Queimada

ISBN: 9788416674022

Publicación: 2017

Nº de páginas: 164

Precio: 12,00 €.

El siglo XIX es fundamental para entender el desarrollo del movimiento socialista y qué supondría en las décadas siguientes. Durante esa centuria el pensamiento socialista fue constituyendo un movimiento crítico al modelo capitalista que le haría presentarse como alternativa al desarrollo que iba imponiendo la revolución industrial en todas sus fases. Ese movimiento socialista fue basculando desde posiciones que pretendían ofrecer una alternativa al capitalismo fundamentada en el ejemplo de la igualdad (fueron los casos del falansterio o del modelo cooperativista oweniano) hasta la creación de sociedades obreras y organismos supraestatales que intentaron organizar a los trabajadores para una salida revolucionaria, como fue el caso de la Asociación Internacional de los Trabajadores.

¿Cuál es el impactante hilo rojo que une, a través de más un siglo, a los ludditas, los cartistas londinenses, Babeuf y su Conspiración de los Iguales y los famosos barbudos Karl Marx y Mijail Bakunin? ¿Qué vino después de la carcajada punzante de Rabelais, la bondad plenipotenciaria de William Godwin o la armónica vida natural de los falansterios?

Julián Vadillo nos describe en este vibrante libro el nacimiento de un fantasma, el famoso viejo topo, uno de los fundamentales movimientos de masas de los últimos siglos: el socialismo, en todas sus vertientes. La base ideológica del movimiento obrero. El discurso esencial de todos los proyectos de transformación social que han marcado las últimas centurias.

Julián Vadillo Muñoz

Julián Vadillo Muñoz (Madrid, 1981), profesor y doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid. Especializado en historia del movimiento obrero es autor de numerosas obras sobre el tema como Aproximación a Mujeres Libres (CDMH, 2008), La explosión del polvorín en Alcalá de Henares (1947) (Foro del Henares, 2009 y reedición en Domiduca, 2017), Mauro Bajatierra. Anarquista y periodista de acción (LaMalatesta, 2011), El hilo rojinegro de la prensa confederal. Ochenta aniversario del periódico CNT (Queimada y Fundación Anselmo Lorenzo, 2012), Abriendo brecha. Los inicios de la lucha de las mujeres por su emancipación. El ejemplo de Soledad Gustavo (Volapu?k, 2013), Historia del movimiento obrero en Alcalá de Henares (1868_1939) (Silente Académica, 2014) y Por el pan, la tierra y la libertad. El anarquismo en la revolución rusa (Volapu?k, 2017). Autor de numerosos artículos en revistas especializadas españolas, francesas y argentinas, ha participado en diversos congresos nacionales e internacionales. Ha impartido conferencias sobre la historia del anarquismo y del movimiento obrero en Inglaterra (invitado por Paul Preston en London School of Economics), Francia y España. Su campo de estudio también se sitúa en la recuperación de la memoria histórica y la represión franquista, colaborando con movimientos memorialistas.

Socialismo en el siglo XIX

“Mijail Alexandrovich Bakunin nació el 18 de mayo de 1814 en Pryamujino, una pequeña población de la provincia de Tver. Era de familia acomodada, ya que su padre era diplomático de carrera y había vivido durante años como agregado en Florencia y Nápoles. Esto permitió al joven Mijail conocer desde muy pronto la realidad europea. La familia Bakunin estaba emparentada con la familia Muraviev, una de las más influyentes en la Rusia zarista. El padre de Bakunin se vinculó al movimiento decembrista en 1825, pues previamente había adquirido ideas liberales de cambio para el país. Pero el fracaso de la revolución y la coronación de Nicolás I como zar, que inició una intensa represión contra todos aquellos que querían dar un cambio de rumbo al régimen, significó el alejamiento del padre de Bakunin de la política para dedicare a su vida privada. El joven Mijail ingresó con tan solo 15 años en la Escuela de Artillería de San Petersburgo, y en 1832 llegó a ser oficial. Parecía que una prometedora carrera militar esperaba a Bakunin. Pero la represión que el zarismo ejerció contra el levantamiento polaco, por el que el zar fue conocido con el sobrenombre de “Nicolás garrote”, sirvió para que Bakunin abandonase el Ejército. Se desplazó a Moscú y comenzó sus estudios de filosofía. Influido por la filosofía alemana, conoció de cerca las obras Kant, Fichte y Hegel. La filosofía alemana influyó de forma muy profunda en Bakunin. A finales de la década de 1830 conoció las importantes figuras de Alexander Herzen y Nicolás Ogarev, que regresaba de su exilio. Este encuentro que sirvió como intercambio de ideas y para seguir alimentado la naciente filosofía de Bakunin. En 1840, Bakunin viajó a Alemania, con la intención de prepararse para conseguir la cátedra de Filosofía o de Historia en la Universidad de Moscú…”