Fresas con carne es un texto iniciático, un viaje por la vida, porque como dice la voz narradora “escribir es encontrarse a una misma pero también a quien tienes al lado”.

Destruirse para volver a construirse, dejar de ser para volver a ser: llegar al fondo del recuerdo. He aquí el camino de la libertad: atreverse, salir y reconocerse en el espejo.

Escrita a borbotones, con las vísceras más que con el intelecto, Fresas con carne es una obra de juventud, experimental y abierta, carnal y gruesa, libérrima y emocional, que va de la infancia a la búsqueda de serenidad.

“Atreverse es vencer ya, en cierto modo”