Este texto es una reflexión sobre las acciones, su contexto y sus objetivos. Partiendo de una crítica a la ausencia de discusión y debate sobre las mismas, tras el tiempo necesario marcado por la solidaridad, el autor hace un repaso crítico a la utilidad y objetivo de las reivindicaciones, a la necesidad de insertar las acciones en un contexto adecuado que las dote de sentido, a la lógica vanguardista real que se esconde tras la supuesta ideología antivanguardista de muchos anarquistas y a las consecuencias que tienen la especialización y el “luchaarmadismo” para el planetamiento de las acciones.

Todas estas reflexiones, breves pero incisivas, deberían permitirnos plantear la práctica revolucionaria de una forma más clara y eficaz, evitando que caigamos en la imitación irreflexiva o en la mitificación limitante de ciertas prácticas, acciones o herramientas.