Presentación del libro: Nacionalismo y cultura


nacionalismo y culturaEl viernes 21 de febrero a las 20h. Presentación del libro: Nacionalismo y cultura. Amilcar Cabral, Edicions Bellaterra, 2014.

La actividad consistirá, por un lado, en la proyección de un breve documental realizado en el año 2013 con motivo del 40 aniversario del asesinato de Amílcar Cabral. En él se recogen algunos de los hechos principales de la biografía del líder anticolonialista guineano (y caboverdiano) y de la lucha llevada a cabo contra el imperialismo portugués entre los años cincuenta y los años setenta del siglo XX.

Posteriormente, comentaremos algunas de las principales ideas de Amílcar Cabral, plasmadas en el libro de reciente publicación en castellano con una antología de sus textos: «Nacionalismo y cultura». En el libro Cabral plasma sus teorizaciones -siempre ligadas a la práctica revolucionaria- respecto al colonialismo, la liberación nacional, el papel de la cultura como instrumento de lucha, el panafricanismo y otras muchas cuestiones suscitadas en plena revuelta contra los «tugas», los portugueses.

 

Hace cuarenta años asesinaban a Amílcar Cabral en Conakry. Desde allí dirigía la lucha anticolonial en Guinea Bissau y se había convertido en uno de los principales pensadores del nuevo nacionalismo africano. Cabral vivió de forma entusiasta, sin reservas, el mundo que le tocó vivir, un mundo que no era el actual y con el cual se identificó. Baste echar un vistazo a las fotos que se han conservado de él: su poder evocador inmediato es tal que uno se pregunta si Amílcar Cabral no podría haberse convertido en una de las caras del siglo XX, a la manera del Ché Guevara, si hubiese vivido en un país más grande, si hubiese sido sojuzgado por un imperio más central que el del salazarismo tardío. Al fin y al cabo, Cabral «diseñó», organizó y dirigió casi hasta su consumación, la única lucha nacionalista Africana –y de las poquísimas en todo el siglo XX– que conquistó su derecho a la independencia tras derrotar militarmente al colonizador. Los historiadores de la Gran Historia lo han «olvidado». Pero Cabral no se convirtió en una foto fija tras su muerte. Claro que no pudo madurar como un Nelson Mandela y no sabemos cómo habría revisado o enriquecido sus principios juveniles. Pero sí sabemos que Cabral es pertinente en castellano porque lo es en África, con sus errores y su lucidez juvenil, debido a su preocupación genuina por la población, por las gentes. Una preocupación que aún transpira en los textos y en las memorias, una preocupación que aún mueve a pensar y a actuar.