* para 3 /4 personas
Ingredientes para la masa
- 2 tazas y media de harina integral (325 g)
- 125 g de mantequilla o margarina
- ½ taza (80 ml) de agua bien fría
- 1 huevo o harina de garbanzo y agua
Ingredientes para el relleno
- 2 o 3 manojos de acelgas
- ½ taza de almendras picadas
- 4 huevos o harina de garbanzo y agua
- 1/3-1/2 taza de nata de leche de vaca o vegetal (prescindible)
- 100 g de alguno de los quesos de Varé o parmessano vegano
- ¼ de cucharadita de nuez moscada
- ½ taza de higos secos cortados en trocitos o de pan de higo cortado en daditos
Elaboración
Quitamos las pencas a las acelgas, las lavamos y las ponemos a cocer en agua o al vapor hasta que estén tiernas. Las escurrimos bien (utilizar un trapo) y las reservamos para que enfríen.
Picamos las almendras (o también avellanas -en el Arcu tienen-) y las reservamos. Podemos utilizar por ejemplo un mortero.
Juntamos la harina (puede ser una mezcla de diferentes harinas integrales) con la mantequilla o margarina hasta que la mezcla nos quede desmigada y esponjosa. Añadimos el agua y amasamos hasta que obtengamos una masa firme y que se rompa lo menos posible. Si es necesario, añadimos más agua, pero muy de poco en poco, por ejemplo, una cucharada sopera de cada vez.
Precalentamos el horno a 190º.
En una fuente, mezclamos las acelgas (que podemos cortar previamente o no), el pan de higo y el queso.
Reservamos en la nevera ⅓ de la masa y extendemos el resto sobre una superficie enharinada.
Para extender la masa tenemos en cuenta el tamaño la fuente o molde que tengamos. Es decir, tratamos de extenderla lo mínimo imprescindible.
Esparcimos las almendras sobre la masa y luego añadimos las acelgas con las pasas y el queso. Finalmente, añadimos 3 huevos batidos (o el equivalente en una mezcla de harina de garbanzo y agua) y la leche, aunque ésta no es imprescindible.
Cortamos el sobrante de masa, tomamos el tercio de masa que habíamos reservado, amasamos un poco y la extendemos sobre una superficie enharinada, de nuevo teniendo en cuenta el perímetro del molde para que no quede más fina de lo necesario.
Tapamos el pastel. Cortamos el sobrante de masa y presionamos con los dedos para que se sellen los bordes. Decoramos con la masa sobrante.
Pintamos la masa con 1 huevo (una buena opción, especialmente si no utilizamos leche, es batir los 4 huevos juntos y reservar el equivalente a ½ huevo para pintar) o una mezcla de harina de garbanzo y agua.
Horneamos a 180º en el centro inferior del horno hasta que la masa esté bien dorada.