Aprender a escuchar. Enseñanzas maya-tojolabales

Lenkersdorf, Carlos

Editorial: Plaza y Valdés editores

ISBN: 9786074020328

Publicación: 2008

Nº de páginas: 166

Precio: 11,00 €.

Pensamos que sabemos escuchar, sin embargo, la lengua nos hace excluir este acto casí sin darnos cuenta. Es por ello que cuando expresamos la oración, yo te digo, le decimos al otro lo que se espera de él: que nos escuche y obedezca. No esperamos que nos responda y que iniciemos un diálogo.

Muy diferente se expresan los tojolabales a través de su lengua, el maya-tojolabal, pues dicen en la frase correspondiente, yo dije, tú escuchaste. El objeto se excluye y en su lugar tenemos otro sujeto, el cual escucha. Los tojolabales tienen, desde las primeras palabras, otra concepción de comunicación: la dialógica. Ésta se realiza al menos entre dos personas, por tanto, no es monológica, concepto desde el cual hablan los que pretenden saber. Tal vez por eso los tojolabales tienen dos palabras para la lengua, una para la que se habla (k'umal), y otra para la que se escucha ('ab'al). En español, en cambio pensamos en el hablar y no en el escuchar cuando nos referimos a la lengua, y tenemos buena razón para hacerlo, porque la lengua hace referencia al órgano localizado en la boca con el cual articulamos el habla.

Nosotros, en cambio, preguntamos junto con los griegos antiguos, ¿por qué tenemos dos orejas y una boca? ¿no es para escuchar mejor, y hablar menos? Somos, pues, muy habladores y poco escuchadores, por eso aprendemos retórica y mercadotecnia, para saber cómo manipular a los demás. Y ¿dónde queda el escuchar?

El propósito de Aprender a escuchar es ayudarnos a escuchar mejor y a estudiar tanto la ausencia, como el reducido y mal uso que se hace de escuchar.