«Una alumna indicó que la familia es un equipo. No habló de biología, de lazos de sangre, ni de vivir todos bajo el mismo techo, no; habló de “equipo”. Un equipo es un grupo en que cada persona tiene funciones diferentes, un grupo que no es necesariamente homogéneo pero que tiene objetivos comunes. Si a ese concepto le añadimos la idea de “amor incondicional” me parece que podemos construir familias que sean de verdad espacios de libertad y de crecimiento personal».