En 2009, a la aclamada autora de Las arpías de Hitler (Crítica, 2013), le mostraron una fotografía que acababa de llegar al Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos. La documentación del Holocausto es amplia, pero prácticamente no hay imágenes de una familia judía en el momento preciso y real de su asesinato, en este caso por parte de funcionarios alemanes y colaboradores ucranianos. Esta vez, una única fotografía, era capaz de contener el inefable relato del terror en las familias: el rifle de un tirador ucraniano está a centímetros de la cabeza de una mujer, oscurecido por una nube de humo. La mujer se inclina hacia adelante, sosteniendo la mano de un niño descalzo. Y, solo gracias a una de las impactantes revelaciones de la brillante investigación de Wendy Lower se pudo revelar las espinillas de otro niño, deslizándose del regazo de la mujer.