Cabe mencionar que mantenemos un diálogo con la revista Green Anarchy (RIP). Fuimos colaboradores y alumnos de ese proyecto, y lamentamos su falta de una conclusión clara. En lugar de decaer, morir e integrarse en la nueva vida a su alrededor, Anarquía Verde simplemente pareció desaparecer, rechazando la noción misma de su propia tradición. Ese fue su camino; el nuestro es honrar a los que vinieron antes y cuidar los zarcillos y brotes que esperamos formar a partir de esta semilla negra.
No estamos simplemente en contra de la civilización. Entendemos la civilización como uno de los muchos problemas a los que nos enfrentamos como anarquistas. Queremos explorar las experiencias materiales (basadas en el mundo físico de las interacciones) de una perspectiva que se sitúa en contra de la civilización y más ampliamente dentro de la perspectiva anarquista verde. Sin embargo, también desarrollaremos un espacio alejado de las tendencias anarco-primitivistas hacia la fetichización de las culturas indígenas, el rewilding acrítico, la espiritualidad apropiada y la dependencia de la antropología.