Revista Pueblos nº 75

VV. AA.

Editorial:

ISBN: revistapueblosnº75

Publicación: 2017

Nº de páginas:

Precio: 4,00 €.

 Sâo Paulo, Ciudad de México, Nueva Delhi, Madrid, Bilbao. Ya sean megalópolis o cuenten con menos de 100.000 habitantes, todas las ciudades afrontan en la actualidad retos en cuanto a contaminación y movilidad, y muchas de ellas hacen frente a problemas relacionados con la masificación turística y la gentrificación. Las ciudades del mundo se enfrentan a la necesidad de convertirse en espacios más sanos y habitables, con mejores políticas de transporte público, diseñadas no para los coches sino para desplazarse en autobús, en tranvía, en bicicleta o a pie, para hacer deporte, para crecer y jugar, en definitiva, para vivir.

Barcelona y Pontevedra son dos de las ciudades que en el Estado español están haciendo un gran esfuerzo por llevar a la práctica otro modelo de ciudad. Desde finales de los noventa, Pontevedra ha ido trabajando para, entre otras cosas, lograr que hoy el 70 por ciento de los desplazamientos se realicen a pie o en bicicleta. El camino no ha sido fácil y es muy posible que, aunque este éxito alcanzado en Galicia sea claro, muchas de las iniciativas que se pongan en marcha en otras ciudades para remar en la misma dirección se encuentren con una fuerte oposición y dificultades similares. Podemos nombrar, en este sentido, las ásperas críticas a las “supermanzanas” de  Barcelona o las restricciones al tráfico en Madrid.

Por otro lado, ciudades de todos los continentes hacen frente a problemas provocados por un incremento del turismo difícil de gestionar sin alterar de un modo u otro su estructura urbana, el tipo de servicios y de tiendas en las calles o el precio de los pisos para vivir, ya sea mediante alquiler o compra. Es una cuestión muy vinculada a la gentrificación, eso que alguna prensa califica como “nueva cruzada de la izquierda” pero de la que no dejamos de encontrar ejemplos a lo largo del planeta. En las páginas de este dossier del número 75 de Pueblos documentamos dos casos muy diferentes pero con ciertas notas en común: el barrio de Tarlabasi, en Estambul, y el de San Francisco, en Bilbao.

Espacios muy poco habitables son las ciudades fronterizas, las “no ciudades” que quedan a un lado y a otro de los muros y que resultan enclaves perfectos para el accionar de las multinacionales. Estas ciudades no han sido planificadas para atender, ni siquiera, a las necesidades básicas de sus habitantes, sino que es la existencia de una frontera la que las atraviesa desde todas las perspectivas.

La frontera más transitada hoy en día, y de la que ofrecemos en este número ejemplos claros de todas las violencias que conjugan estas “no ciudades”, es la que separa Estados Unidos y México. De este país latinoamericano acercamos también, por el contrario, una imaginativa y valiente iniciativa que trabaja por otro modelo de ciudad: el proyecto Peatoniños, que se ha propuesto recuperar la ciudad para la infancia en Ciudad de México.

En 24 páginas no cabe todo y en este dossier hemos dejado fuera un reconocimiento explícito de los aportes del urbanismo feminista, aunque, como sí trasladan los textos incluidos, compartamos el planteamiento de fomentar las zonas de encuentro y de  socialización y de desterrar la concepción de las ciudades como lugares de tránsito. Es necesario reducir el ruido, la contaminación lumínica, mejorar la calidad del aire, crear redes de transporte público y de carril bici útiles, pero ninguna de estas medidas tiene que contraponerse, sino más bien al contrario, a hacer ciudades seguras frente al acoso callejero y a romper con la dicotomía entre el trabajo productivo (lo público) y el trabajo reproductivo o de  cuidados (lo privado).

Esperamos que este dossier contribuya a seguir soñando ciudades en las que merezca la pena vivir y a crear redes para impulsar todos los cambios que hagan posibles esos sueños.