Crizzy, nigeriana de Abuya, de la tribu urhobo, siempre quiso marchar de su país y llegar a Europa para lograr una vida mejor. Con sus pocos ahorros y la ayuda desde España de su antigua niñera pudo conseguir un visado y vuelo para Madrid. La vida la trae a Asturias, como trabajadora ilegal, donde consigue integrarse y formar parte de una familia a la que quiere y que la aprecia. Pero la vida de una persona negra, mujer y sin papeles resulta difícil y, cuando más feliz e integrada se encontraba, la kafkiana realidad burocrática española, la inhumanidad de los llamados países desarrollados y democráticos, cortaron de cuajo todas sus esperanzas. Esta novela es una descripción, pero sobre todo una denuncia del maltrato institucional, administrativo y policial que nuestro país dispensa a quienes considera inferiores y carentes de derechos.