El viernes 12 de mayo, a las 19h. Presentación del libro Psicologización, pobreza mental y desorden neoliberal [vol I] (Irrecuperables, 2022). Con Guillermo Rendueles (autor).
Guillermo Rendueles, referente de la psiquiatría crítica y pionero de la anti-psiquiatría, explica que al ampliar su campo de intervención la psicología contribuye a la desactivación de los proyectos de transformación política. Hoy se psicologiza el paro, el trabajo precario, la soledad, etc. Una de las características de las sociedades posmodernas es el tratamiento de los problemas sociales solo en el nivel de sus manifestaciones individuales. Desde este punto de vista, existiría una retroalimentación entre la economía neoliberal que produce una ruptura de los vínculos sociales, la crisis personal de grandes masas de individuos, y las pretensiones de la psiquiatría de cubrir cada vez más aspectos de la vida.
Esta perspectiva cala en las personas: en vez de buscar vínculos sociales (o un sindicato si tienen un conflicto laboral) buscan un psicólogo o psiquiatra, que defina sus problema en términos personales. El psicólogo se convierte así en un “gerente de lo íntimo”, que legitima “lo que hay” fuera de uno mismo, un burócrata o simplemente, un consultor sentimental. En esto consiste el proceso de psicologización de la sociedad.
Rendueles afirma que hemos empezado a mezclar democracia y narcisismo. Queremos estar bien pero no hacemos nada por cambiar las cosas. En lugar de discutir qué se debe hacer o en qué consiste el bien común, convertimos las preguntas clave sobre la vida y la ética en psicología. Cuando digo que algo es bueno, sólo significa «me gusta», el juicio se ha vuelto egoísta y estético.
Este libro reúne buena parte de sus escritos, en ellos, proyecta luz sobre diferentes asuntos: la lucha contra el franquismo, los intentos de cambiar las cosas dentro de la psiquiatría y el desencanto, la teoría y la práctica de la psiquiatría, el queme de los profesionales de la psicología… Y también cuestiones sociales como el feminismo, la subjetividad, las drogas y los discursos sobre quienes las consumen, el TLP y otros “trastornos”, la permanente crisis, o la medicalización de sectores cada vez más amplios de la población.
Como dice Álvarez-Uría, «estos textos son especialmente valiosos para tratar de actuar en consecuencia con medidas alternativas».