Ama Ata Aidoo rompedora, profética y visionaria en “Nuestra hermana aguafiestas”

Por sfqu en 30 noviembre, 2018
Presentación de Nuestra hermana aguafiestas por Marta Sofía López. Librería “Louise Michelle Liburuak” (Bilbao)

Cuando a finales de los 70 se publica Nuestra hermana aguafiestas, concebida en los años 60, vieron la luz también, entre otras, Mi carta más larga de Mariama Bâ, A Question of Power de Bessie Head o Las delicias de la maternidad de Buchi Emecheta. Estamos en plena época descolonizadora (si atendemos a los tres países de origen de las escritoras, Ghana lo logró en 1957 mientras que Senegal y Nigeria en 1960). Eran tiempos en los que se vivía un optimismo generalizado, donde parecía posible que todo cambiara. Hasta que el globo fue desinflándose, mientras se escapaba para no regresar nunca más. De la desilusión tras estos procesos dio cuenta Ahmadou Kourouma en su obra Los soles de las independencias (1970).

Las mujeres escritoras africanas no comienzan a trasladar al papel sus historias hasta esa misma década: la de los 70 (Según la investigadora Inmaculada Díaz Narbona, el primer texto conocido de una mujer africana es de la camerunesa Marie Claire Matip, de 1958, aunque, “la crítica apenas si lo cita, e incluso los prestigiosos diccionarios de las obras africanas lo olvidan”). Soportaron dificultades obvias para poder ponerse frente al papel (más las que tuvieron después para que sus trabajos fueran considerados). Estas sus primeras obras son, ante todo, historias de la vida, de la vida vivida por las mujeres, optando por la autobiografía o el relato epistolar. Adentrándose y mostrando temas que les preocupaban en tanto mujeres que viven bajo un sistema patriarcal que mina y cerca sus expectativas, pero también como sujetos de una sociedad que lo sustenta y a la que muestran, a menudo, como objeto de críticas. Junto a ellas, Nuestra hermana aguafiestas supone también un punto de ruptura.

Marta Sofía López estuvo en Bilbao en la Librería “Louise Michelle Liburuak” el pasado 23 de noviembre para presentar una reedición de Nuestra hermana aguafiestas. Antes “Casa África” había publicado esta misma obra con traducción de ella misma, pero es un trabajo que hoy en día no se puede encontrar al estar descatalogado. La traductora y prologuista se mostró muy contenta con el mimo y el cuidado que ha dedicado la editorial Cambalache a la obra (añadir que dicha editorial pone a disposición del lector todo su catálogo bajo formato pdf.) y agregó que les costó bastante convencer a la autora, harta de autorizar traducciones y re-ediciones que nunca logran hacer que la novela reciba el reconocimiento debido. El resultado es poder tener a nuestra disposición, por una parte, una obra con acertado diseño y precisa edición y, por otra, un trabajo rompedor del que Marta Sofía se confiesa “enamorada desde los años 90” y que no ha perdido un ápice de actualidad.

Sin duda, “era importante dar visibilidad a esta obra y a su autora”. Ama Ata Aidoo figura como una de las grandes de las literaturas africanas (sobre su vida se puede visionar “The Art of Ama Ata Aidoo”), con una obra que nunca ha eludido la polémica o meter el dedo en la llaga, como lo muestra su obra de teatro Anowa, en la que pone sobre la palestra el doloroso tema de la participación de los propios africanos en la trata de esclavos.  Para Marta Sofía, fue una mujer que se anticipó a su tiempo y a la que considera “rompedora, profética y visionaria”. Y añade de manera rotunda en su prólogo que Nuestra hermana aguafiestas,la novela-poema de Aidoo es, con mucha diferencia, una de las obras más audaces, «modernas», visionarias y radicales que han surgido de África en la época de las postindependencias. O quizás la más.”

Lo de menos, en esta ocasión, es el argumento. Estamos ante una obra muy peculiar. No es fácil de definir, es un híbrido maravilloso en el que “Aidoo ya visionó que hay unas dinámicas de poder que van a ser muy difíciles de cambiar”. Como resumen, Marta Sofía elige esta frase “poder, chico, poder”, tanto en la dinámica norte-sur como en las relaciones entre los propios seres humanos.

Marta Sofía López leyendo “Nuestra hermana aguafiestas”

Nuestra hermana aguafiestas se considera un libro feminista. Ante esto la prologuista afirma: “El feminismo de Aidoo no es deudor de Mary Wolstonecraft, de Betty Frieddan o de Hélène Cixous. No arraiga en la Revolución Francesa, ni en el movimiento sufragista, ni en la «segunda ola». Es un feminismo afrocéntrico e innegociable”  Ama Ata Aidoo quien afirma “que aprendió sus primeras lecciones feministas en África” contrapone la ética “mujerista” (término acuñado por Alice Walker, que se puede resumir en que busca métodos para erradicar las desigualdades, no sólo para las mujeres negras, sino para todas las personas), según Marta Sofía, a través de dos personajes, dos tipos de mujer Sissie, mujerista, y Marija una alemana pequeño- burguesa e inculta cuyo “maternalismo” y condescendencia terminan por irritar a la narradora.

En este sentido, se ofrece un nuevo significado a la escena más importante de toda la obra: aquella en la que se encuentran ambas mujeres y que ha sido calificada como “velado lesbianismo”. “En mi opinión”, afirma Marta Sofía, “simboliza el desencuentro entre una mujer negra y una blanca”. Ella opina que no es una escena de rechazo sexual: “Tiene que ver más con la tendencia de considerar el «todas somos hermanas»… a lo que Aidoo contrapone: pero unas más que otras”. A la postre incide en la brecha entre las diversas maneras de pensarse como mujer. Así, Marta Sofía menciona el ibro de Ifi Adiume (Hijas que son varones y esposos que son mujeres, Bellatera y Casa África, 2018) sobre los roles de género. “La categoría género no es aplicable automáticamente ni funciona del mismo modo en todos los contextos”, explica, no hay que hacer aseveraciones tan universalistas y sí ser más humildes”.

Sobre la cuestión de si está o no basada en la propia vida de Aidoo, cree que “no se debe leer en clave autobiográfica” y advierte que aunque haya algunos paralelismos entre las vidas de la protagonista Sissie y de la autora (ambas reciben una beca para estudiar fuera del continente), no es su vida la que se muestra. A través de Sissie, Aidoo nos revela el desencuentro de la joven africana con este mundo occidental, deshumanizado, mísero e hipócrita. La voz de Sissie no es una voz victimista, al contrario, “se trata de una voz resiliente”. La novela propone un viaje a la inversa del formulado en El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad. “No es gratuita para nada la mención a los sepulcros blanqueados: «Bruselas, ciudad sepulcral»; «sepulcro blanqueado» es como aparece en la obra de Conrad esta ciudad europea”. Tal y como recoge Marta Sofía en su prólogo, “el personaje de Ama Ata Aidoo, igual que seguramente ella misma, fue capaz, como ciudadana del mundo, de entender y denunciar que los males del continente se gestan, y llevan siglos gestándose, en un millar de sepulcros blanqueados salpicados por todo el «Primer Mundo»”, Tras ese “manto blanco que cubre los horrores que hay detrás de la historia europea”.

Una Europa rapaz, protagonista de un auténtico saqueo no solo de los recursos naturales de África, sino también de sus recursos humanos. De ahí la “denuncia en la carta de amor, en realidad una carta de ruptura, a su novio”. El individualismo europeo “ha impregnado a las sociedades africanas”, añade Marta Sofía. Ante la “fuga de la gente mejor preparada”, Sissie afirma, como si se tratara de hoy mismo, que donde hacen falta los expertos, los cerebros, es en África y no en Europa.

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Nota: Marta Sofía López es Profesora titular del Departamento de Filología Moderna (Área de Filología Inglesa) de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de León, donde enseña estudios de género y literaturas postcoloniales. Ha dirigido el grupo de investigación internacional “Afroeurope@s: Culturas e Identidades Negras en Europa”. Es autora de múltiples artículos y ha traducido al castellano a autores como Ngugi wa Thiong’o,  Chinua Achebe, Ayi Kwei Armah o Ama Ata Aidoo.