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Abril campesino

Cada 17 de abril campesinas y campesinos de todo el mundo celebran la lucha por la tierra, la defensa del territorio y los derechos de las personas que producen nuestros alimentos en todo el planeta. Y lo hacen en recuerdo de otro 17 de abril, el de 1996. Aquel día policías militares brasileños abrieron fuego contra una marcha del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil, en Eldorado dos Carajás, en el estado de Pará. Diecinueve personas fueron asesinadas. Su crimen: luchar por el derecho a la tierra.

La despoblación del mundo rural es una realidad evidente. Cada vez hay menos campesinas y campesinos, la agricultura funciona como una industria más en el mercado mundial, los alimentos recorren miles de kilómetros para llegar a nuestras mesas. Se dedican menos tierras a cultivar alimentos sanos y más a producir mercancías baratas, comida basura.

Las políticas agrarias y los Tratados de Libre Comercio -como el TTIP o el CETA- son una amenaza para acabar con lo poco que queda de las economías locales, y con la soberanía de los pueblos. Las semillas están sujetas a leyes de propiedad intelectual, y los procesos de mercantilización de la naturaleza convierten los alimentos en activos financieros y, por tanto, receptores de importantes inversiones, comercializables en el mercado capitalista y sujetos a especulación.

Las campesinas, que producen la mayor parte de los alimentos que sostienen nuestra vida, ven cada vez más vulnerados sus derechos básicos. Esta situación está estrechamente relacionada con violaciones continuadas de los derechos humanos: expropiación de tierras, desalojos forzosos, discriminación y violencias machistas, dificultad de acceso a la tierra, bajos ingresos y falta de acceso a los medios de producción, protección social insuficiente y criminalización de los movimientos que defienden los derechos de las campesinas y de las personas que trabajan en las zonas rurales en todo el mundo, como ocurrió en Gaza el pasado 30 de marzo, en la celebración del Día de la Tierra. El ejército israelí acribilló a diecinueve personas indefensas e hirió a más de dos mil.

Asturies es un ejemplo de ese proceso de destrucción al que se ve sometido nuestro campo, como consecuencia de unas políticas agrarias dictadas en despachos cerrados a miles de kilómetros. Las campesinas asturianas desaparecen o sobreviven a base de grandes esfuerzos, el aire del centro de la región es irrespirable, los pueblos se destruyen por abandono, los incendios devastan el territorio, se  desmantelan las comunicaciones y transportes públicos que unen las zonas rurales, mientras se invierte en autovías y obras faraónicas que aíslan los pueblos. Multinacionales, como la canadiense Orvana Minerals (Orovalle), obtienen nuevas concesiones para agujerear la tierra en busca de oro…

La Soberanía Alimentaria es la única respuesta

La respuesta de las organizaciones campesinas de todo el mundo, unidas en la Vía Campesina, es la lucha por la soberanía alimentaria, es decir, por el derecho de los pueblos a decidir cómo producir y distribuir sus propios alimentos, garantizando la alimentación sana y segura de todas las personas. Este derecho se sostiene en el trabajo de los campesinos y campesinas, de las pequeñas y medianas productoras, de las pescadoras, de las pastoras, de las indígenas que son quienes mantienen la producción de alimentos basándose en los conocimientos tradicionales y en la conservación de la biodiversidad.

Como en todas las luchas, las mujeres son centrales también en ésta. La soberanía alimentaria es feminista porque la está haciendo posible la resistencia cotidiana de las mujeres que cuidan nuestros cuerpos y nuestros territorios. Y sin embargo no pueden ser las únicas responsables. Mujeres y hombres tenemos que ocuparnos de forma corresponsable de la alimentación y de todos los trabajos asociados al mantenimiento de la vida.

Pero son muchos los problemas a los que se enfrentan en esa lucha cotidiana: la falta de medios para desarrollar su trabajo; los bajos precios de los productos agrícolas; la desvalorización de la vida en el campo; la falta de políticas e incentivos que apoyen la agricultura campesina, local y artesanal; la existencia de legislaciones adaptadas a la gran producción…

Por eso, para avanzar hacia la soberanía alimentaria se hace fundamental el apoyo decidido a la producción agroecológica local. En Asturies lleva años consolidándose una red de pequeñas productoras, dedicadas a la agricultura y a la ganadería ecológicas, que a pesar de las dificultades crecientes, luchan por mantener unas formas de producción y de vida que les permitan continuar en el campo, y seguir cultivando y cuidando nuestros alimentos. Pero, para que su esfuerzo tenga resultados, es necesaria nuestra implicación a través del consumo responsable. Esto es, consumir alimentos sanos, de cercanía y de variedades autóctonas. Alimentos adquiridos en los mercados locales y en las tiendas de nuestros barrios y producidos por campesinos y campesinas que habitan el territorio y cuidan de nuestro entorno y, además, mantienen el mundo rural vivo, custodiando las tradiciones culturales y los saberes populares. El consumo responsable también implica nuestro apoyo a sus reivindicaciones y sus luchas, que son las nuestras.

Desde la Campaña Asturiana pola Soberanía Alimentaria nos sumamos, un año más, al llamamiento mundial de la Vía Campesina para conmemorar el Día Internacional de las Luchas Campesinas, y continuar trabajando para reforzar la soberanía alimentaria, la lucha contra el cambio climático y la conservación de la biodiversidad. Y hacemos nuestras sus reivindicaciones.

¡Alimentamos nuestros pueblos y construimos movimiento para cambiar el mundo!
¡Contra el saqueo del capital y el imperio, por la tierra y la soberanía de nuestros pueblos!

17 de abril, Día Internacional de las Luchas Campesinas
Campaña Asturiana pola Soberanía Alimentaria

Programa

  • Jueves 12 a las 19:30h. Charla-debate: Nuevos organismos genéticamente modificados: Santo Grial o caja de Pandora. con Diego Bárcena Menéndez. Ecoloxistes n’Acción. CCAI (Xixón).
  • Sábado 14 desde las 11h Mercáu de la Montaña Central: puestos agroecológicos, música, comida, mural… C/ Caba baja (Pola Lena).
  • Lunes 16 a las 19h. Cine: Berta Vive y Canción de Amor para Berta Cáceres. Centro social del Llano (Xixón).
  • Viernes 20 a las 20h. Mesa redonda: Leña contra el fuego: propuestas para la prevención de incendios forestales. Cambalache (Martínez Vigil nº30, bj, Uviéu)
  • Sábado 21 Mercáu en La Llume (Xixón) y Sábado verde en Libélula Huerta (Avilés).
  • Domingo 22 a las 19:30h. Cine: La ruta del tomate. El Remediu (Nava)
  • Sábado 28 desde las 11h. Mercáu social en Nava.

Reseña en Rebelión de Vidas a la intemperie

Reseña de Vidas a la intemperie de Marc Badal (Pepitas de calabaza y Cambalache)
Nostalgias y prejuicios sobre el mundo campesino
Marc Badal (1976) está empeñado en conjugar la teoría y la praxis de la agroecología, a la que ha dedicado ya varias obras. Vidas a la intemperie, editado por Campo Adentro en 2014, reaparece ahora de la mano de Pepitas de calabaza y cambalache con prólogo de Irene García Roces, y nos transmite el duelo por algo que se ha ido y a la vez una invitación a visitar las huellas que ha dejado, porque eso implica conocer nuestro origen y poner una base para lo que hay que construir. El volumen lo completa Mundo clausurado (2016), una mirada sobre la fractura histórica que supone el paso del agro diversificado y adaptado al medio al monocultivo. Son las plantaciones coloniales en América y Asia que hacen posible la modernidad capitalista, y hoy mismo, es la agricultura basada en petróleo y pesticidas químicos, que nos lleva a una “intoxicación permanente a través de un sistema productivo que se desarrolla sobre un medio aséptico y desinfectado.”La ciudad como sede del poder y de la cultura. El campo como territorio en extinción: “lo que se ve de soslayo desde la ventanilla para mantener la ficción de que existen ciudades distintas”, espacio colonizado espiritualmente por la televisión y la prisa, despojado de sus cadencias y sus liturgias. Marx y Engels predijeron que el mundo campesino caería arrollado por la industrialización. Hoy vemos la profecía cumplida, un etnocidio con rostro amable. Los urbanitas adoran sobre todo regresar en sus ocios a lo que ya no existe en parodias como el turismo rural: cuentos de la abuela, viejos recuerdos y repostería. Sin embargo, otros se empeñan en saber de aquel mundo complejo en equilibrio, dotado de sus propias leyes, en el que todo se aprovechaba y la variedad favorecía la supervivencia, en el que era costumbre deleitarse con los ritmos de la vida y con la obra bien hecha.

Pero el libro recoge otras ideas que las de Marx y Engels, proyectos que no fructificaron. Bakunin creía en el potencial de los campesinos rusos para protagonizar una revolución que impidiera el desarrollo en Rusia del infierno capitalista. Los naródniki intentaron en la década de 1870 el acercamiento al pueblo, pero encontraron desconfianza y hostilidad en exceso; la siguiente estrategia para despertar a las masas fue el terrorismo. Aleksandr Vasílievich Chayánov trató de reorganizar la agricultura rusa tras la revolución según un modelo cooperativista, pero en 1929 se impuso la gran colectivización; en 1932 es deportado a Kazajstán y en 1937 ejecutado. Ellos soñaron otros mundos, la pervivencia del campo, la salvación del hombre.

Echando la vista atrás, vemos que la Alta Edad Media se caracterizó por un vacío de poder hegemónico, y tal vez por eso fue la edad de oro del campesinado. El feudalismo pudo no ser tan malo. El desastre viene luego. Un listado de revueltas rurales en Europa desde el siglo XVII resulta abrumador, y hay que contar también con la protesta silenciosa y cotidiana, del furtivismo, por ejemplo. Resistencias frente al explotador, aunque los paisanos demasiadas veces fueron utilizados por los sectores más reaccionarios en sus luchas contra la revolución. Sin embargo, su conservadurismo no era el de los poderosos, sino sólo el de quien pretende mantener a flote su propio mundo. Los sueños truncados los llevarán a pactar con los señores pequeñas mejoras, un reformismo de supervivencia.

La literatura con frecuencia tiende a idealizar la vida rural, de los clásicos griegos y latinos al campo patriarcal, donde armonizan las clases, de los realistas conservadores como Pereda, pasando por La Arcadia de Lope o el discurso a los cabreros del Quijote. Otras veces, enfrentado con la dura existencia de la aldea, un escritor siente como propio el drama que contempla; es el caso de Cristo se detuvo en Éboli de Carlo Levi o Gente de las pusztas del húngaro Gyula Illyés, y poetas como Fred Kitchen o Stephen Duck . No faltan tampoco autores que reflejan la visión distorsionada que las clases dominantes tienen del paisano, inculto y egoísta, como ocurre en Balzac, Zola o Maupassant.

Tras la barahúnda de las miradas sobre el campesino, el libro trata de explorar también cómo se veía él a sí mismo. Conscientes de ser la base de la pirámide social, alimentando a todos y a todos sometidos, se sentían inferiores, vulnerables, las vidas a la intemperie del título. Atados al terruño, inervaciones del páramo o la dehesa, ellos dieron forma a un mundo que sólo recorrían cuando eran reclutados como carne de cañón para los ejércitos. Bosques, caminos, praderas y puentes son su obra anónima en la que no los reconocemos. Vivían sumergidos en lo que nosotros llamamos el paisaje, y que ellos percibían como parte de sí, atentos a signos que marcaban los ritmos de la vida y la muerte, la cosecha y el hambre, tan simples como una nube o un brote en la tierra. Los conceptos de lo bello y lo útil no se habían escindido aún en ellos.

Su conocimiento se basaba en la observación, con todos los sentidos, de la naturaleza y la labor de los mayores, y era capaz de hallar en el acervo de la experiencia colectiva pautas para guiarse en el arriesgado oficio de reproducir la vida; pistas y patrones, pero nunca certezas:”se dice que …”, “muchas veces ocurre así…” Y cuando todo es oscuro, la superstición crea máscaras de seguridad a las que aferrarse. La vida campesina muestra con frecuencia un aliento de auténtica comunidad, de existencia compartida, en trabajos y cosechas, en fiestas y rituales, aunque el orden social a veces degenere en espantos como lo que nos narra Ismail Kadaré, en Abril quebrado; muerte y venganza repetidas en un duelo sin final.

Somos los hijos de los que se fueron sin escribir su historia, dejándonos apenas un esbozo de sus representaciones del mundo. En Vidas a la intemperie la memoria y la mirada se entrecruzan para tejer el retrato de algo perdido que necesitamos recuperar porque nos va la vida en ello, un lugar donde, con todos sus pesares, el trabajo era armonioso y se ceñía a los ritmos de la naturaleza: “Las canciones de labranza de los campesinos de Tivissa (Tarragona) presentaban una configuración musical muy parecida a las que cantaban las madres para acunar a sus criaturas. Labrar la tierra y mecer la cuna eran dos actos de una intimidad equiparable. El campesino mostraba al cantar cómo vivía su relación con la tierra. La despertaba del sueño veraniego con el mismo tacto con que una madre duerme a su pequeño”

Reseña en Rebelión

Blog del autor: http://www.jesusaller.com/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Presentaciones de Vidas a la intemperie

Autoría: BADAL, MARC
Editan: Pepitas & cambalache

Vidas a la intemperie nos habla de la pérdida de un mundo, el campesino, compuesto por muchos pequeños mundos que, como Marc Badal advierte, se han ido alejando de nuestras latitudes en silencio, víctimas de un «etnocidio con rostro amable». El texto defiende la necesidad de recuperar las «ruinas que explican nuestro tiempo», cuestionando la mirada sobre el mundo rural que se produce desde los grupos normativos, aquellos que pueden generar normas y representaciones colectivas con mayor eficacia. Se propone ampliar la perspectiva «urbana desde la que se ha escrito la historia» y que ha definido «lo relevante y lo memorable». En este sentido, nos invita a un viaje al pasado que nos permite comprender un presente en el que nos hemos quedado huérfanas.
(Del prólogo de Irene García Roces)

Próximas presentaciones:

  • el 16 de junio a las 11.45h en la Feria del libro de Gijón (carpa 2)

Se ha presentado ya en:

Si tienes interés en organizar una presentación, ponte en contacto con nosotrxs: cambalache@localcambalache.org

13ª Feria del libro de Cambalache

[descargar programa en pdf]

sábado 4 de noviembre a las 19h
Presentación de la 13ª feria del libro con proyección documental: Gurumbé. Canciones de tu memoria negra (2016, 72’). Con Miguel Ángel Rosales (director).

viernes 10 de noviembre a las 19h
Charla-debate Tres miradas mujeristas: Aidoo, Emecheta y Nsue, con Marta Sofía López.

viernes 10 de noviembre a las 21h
Presentación del libro de relatos El bombero de Pompeya  (Libros de la Herida, 2017) + pincheo, con Miguel Ángel Argüez (autor) y del poemario Escalones que descienden hacia arriba (Luces de Gálibo, 2017), con David Eloy Rodríguez (autor). [+ pincheo]

el sábado 11 de noviembre a las 12h
Actividad infantil. Encuentro con los libros: La  pequeña gran aventura de la araña Juliana y El libro de los deseos, ambos editados por Libros de la Herida, con David Eloy Rodríguez y Miguel Ángel Argüez (autores).

el sábado 11 de noviembre a las 19h
Presentación del libro: Trincheras permanentes. Intersecciones entre política y cuidados. Con Carolina León (autora).

el sábado 11 de noviembre a las 20.30h
Presentación de la revista feminista La Madeja nº 8: Sexualidades (Cambalache, 2017). Con Irene García Roces, Inés Herrero Riesgo e Irene S. Choya (editoras). [+ cena de traje]

el jueves 16 de noviembre a las 19.30h
Presentación del libro: Las falsas promesas psiquiátricas, La Linterna Sorda, 2017. Con Guillermo Rendueles (autor).

el viernes 17 de noviembre a las 20h
Presentación del libro: Cervantes libertario (Corazones Blindados y Fundación Anselmo Lorenzo, 2016) y Los dibujos del paraíso de las islas. Una utopía libertaria en imágenes OP (CEDCS – VP/Fulminantes, 2015). Con Emilio Sola (autor).  

el sábado 18 de noviembre a las 19h
Encuentro con Pepitas de Calabaza editorial.

el sábado 18 de noviembre a las 20.30h
Presentación del libro: Vidas a la intemperie. Nostalgias y prejuicios sobre el mundo campesino con Marc Badal (autor). [+ pincheo]

el sábado 11 de noviembre a las 22h
Concierto: Antón Menchaca (presentación nuevu discu)

el domingo 26 de noviembre a las 12h en el Teatro Filarmónica
Cierre de la 13 ª Feria del libro. Teatro: Catalina y los bosques de hormigón. La Vereda Teatro.

 

Mi huerto ecológico. Cuaderno de campo

ABELLA GONZÁLEZ, ESTER

Editorial: Editorial Ester Abella González

ISBN: 9788483675595

Publicación: 2017

Nº de páginas:

Precio: 22,00 €.

Disfrutar del verdadero olor y sabor de las verduras, ahorrar en la cesta de la compra, escapar del asfixiante ambiente de las ciudades y conectar con la naturaleza… Muchos son los beneficios y las razones por las que cada vez más personas se lanzan a la iniciativa de producir sus propias hortalizas y deciden hacerlo de forma natural, sin productos químicos.
Cuaderno de campo. Mi huerto ecológico es un producto editorial cuyo objetivo principal será proporcionar una herramienta que facilite la planificación de un huerto ecológico.
Hace unos años comencé a cultivar un pequeño huerto para autoconsumo. Como muchas personas de mi entorno empecé de cero: consultamos manuales o páginas de Internet, compartimos experiencias y trucos… Sin embargo, esto no es suficiente.
Tanto si tenemos una buena cosecha de una hortaliza como si se ha echado a perder por algún motivo, comenzamos a hacernos preguntas: ¿En qué fecha la había sembrado o trasplantado? ¿Qué cantidad de abono o riego había aportado? O bien, llega el momento de la rotación de cultivos y una no recuerda qué era lo que había plantado en cada parcela con anterioridad.
Me di cuenta de la necesidad de tener todas estas notas, listas de tareas, consejos e informaciones recogidas y organizadas por fechas. Y observé que muchas personas de mi entorno lo hacían.
Al observar cómo estas personas adaptaban libretas convencionales y las convertían en sus propias herramientas de planificación, encontré la conexión entre estas dos actividades: la agricultura y el diseño gráfico.
Y de esa conexión nace la inspiración para este proyecto.
Más información e imágenes aquí.

Rebeldías en común. Sobre comunales, nuevos comunes y economías cooperativas

VV. AA.

Editorial: Ecologistas en Acción

ISBN: 978-84-946151-4-6

Publicación: 2017

Nº de páginas: 224

Precio: 12,00 €.

Montes que se manejan de forma comunal, cofradías de pescadores/as que insisten en realizar una pesca artesanal y sostenible, programadores/as que reproducen entornos comunicativos basados en el software libre, mercados que ligan dirctamente a personas productoras y consumidoras, redes de semillas que trabajan para mantener la biodiversidad cultivada, cooperativas que apuestan por una energía sostenible, iniciativas de crédito colectivo o comunitario, grupos educativos de crianza que atienden las necesidades de las/os más pequeñas/os, aprovechamiento compartido de dehesas: todo este paisaje de autoorganización social formaría parte de lo que podemos reconocer como el ?paradigma de los comunes?.

A estos comunes tradicionales se suman los nuevos comunes, entendidos como prácticas que intentan cerrar circuitos económicos y políticos en un territorio dado y que ayudan a democratizar fragmentos del mundo. Agrupaciones desde las que desarrollar formas diferenciadas de producir (economía solidaria, cooperativismo, agroecología…); aprender (cooperativas de enseñanza, escuelas populares…); convivir (grupos de crianza compartida, cooperativas de vivienda, recuperación de pueblos abandonados…); relacionarse con las culturas y las nuevas tecnologías, de forma que sean accesibles y no se mercantilicen (software y cultura libre…); en definitiva, instituciones capaces de sostener y hacer deseables otros estilos de vida.

Comunales y nuevos comunes tienen mucho en común, aunque los separe un contexto histórico y ambiental. Son fruto de la sedimentación de prácticas que llevan asociadas una serie de valores como la reciprocidad, la deliberación y la participación, la sostenibolidad o el cuidado de los bienes o recursos. Este libro contiene voces de activistas, comuneras e investigadores, recogiendo los principales debates y prácticas que se están dando en nuestra geografía en torno a los comunes.

Xornaes de Consumu Responsable. Pa gastalo d’equí y del tiempu.

Vienres 12 de mayu a les 20h. Del güertu a casa. Alcuentru de productores y consumidores. Con Laura Ibarra (agricultora agroecolóxica), Dolores Hoffman (socia trabayadora de Catasol S. Coop Astur) y Ana Finat (Grupo de consumo responsable, Cambalache). El Manglar.

Llunes 15 de mayu a les 19h. La otra ruta del café. Cooperativismu y Comerciu Xustu. Con Juan Muñoz y Juanjo Anaya. (FECODESA yEspanica S. Coop. Mad. Comercio Justo). L’arcu la vieya. Preba de café y dulces.

Vienres 19 a les 19:30h. Taller: Supermercaos non. La Llegra.

Vienres 26 de mayu a les 18h. Ecología sobre la mesa: presentación del libro + taller de cocina + cenador. Con Iñigo González (Con-fusión Comidas). L’Arcu la vieya.

Sábadu 3 de xunu a les 11h. Taller: Visita al supermercáu. Cambalache.
A partir de les 13h. Folixa popular: música, xuegos tradicionales, comida… Plaza’l Paragües.

Entamen: L’Arcu la vieya, La Llegra y Cambalache
Collaboren: El Manglar y Con-fusión Comidas

Jornadas Abril poles lluches campesines

Día 6. Proyección documental: Pararlo es posible (76′) + Campomanes 09 (4′). No TAV en Euskalerría, Italia y Asturies. Surigaia (Xixón). 19:30h

Día 7. Proyección documental: La MAT, ¿a dónde nos lleva el progreso? (29′). No MAT en Girona. Libélula Huerta (Avilés) 20h.

Día 15. Mercáu Social en Nava, de 11 a 15h. Intercambio de semillas, comida popular, exposiciones… / Mercáu Agroecológico y Artesanal de la montaña central (Pola Llena), de 11 a 15h.

Día 17. Mesa redonda: Alimentación, un derecho invisible. ¿Qué comen las que malcomen? Club de prensa LNE (Xixón) 20h.

Día 20. Mesa redonda: Soberanía Alimentaria. Voces de mujeres, con Patricia Dopazo, Irene G. Roces y Susana Libélula. La Manzorga (Xixón). 19:30h

Día 21. Mesa redonda: Soberanía Alimentaria. Voces de mujeres, con Patricia Dopazo, Irene G. Roces y Susana Libélula. Cambalache (Uviéu). 20h / Cine SOStenible. La Casa Azul (Navia).

Día 23. Comida popular. Agroecología en la boca: alimentando conciencias. Pista de la exposición de Las Meanas, Avilés (junto al campo de fútbol), a partir de las 13h

Día 26. Proyección documental: Fracking Patagonia, de Grégory Lasalle (45′). El Mataderu (Sieru) 19:30h.

Día 27. Proyección documental: Escombro, una historia a cielo abierto (80′), con Jaime Santos (director). La Semiente (L’Entregu) 19:30h. / Grupo de lectura: Los últimos, de Paco Cerdá (Pepitas de Calabaza, 2017). Cambalache (Uviéu) 19h.

Día 28: Proyección documental y cenador: Semente da libertade, de Alfonso Elvira (40′). L’Arcu la vieya (Uviéu) 19:30h. / Proyección documental: Frontera invisible, contra el aceite de palma (29′). Casa de la Cultura (A Veiga) 19:30h.

Día 30: Mercáu Popular agroecológico y artesano, en la Plaza del Pueblo (Santalla d’Ozcos), de 11 a 15h.


Luchas campesinas, todos los días

El 17 de abril de 1996, policías militares brasileños abrieron fuego contra una marcha del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil , en Eldorado dos Carajás, en el estado brasileño de Pará. Diecinueve personas fueron asesinadas. Su crimen fue luchar por el derecho a la tierra. Desde entonces, cada 17 de abril, campesinas y campesinos de todo el mundo celebran la lucha por la tierra, la defensa del territorio y los derechos de las personas que producen nuestros alimentos en todo el planeta.

La despoblación del campo es una realidad de sobra conocida: cada vez hay menos campesinas y campesinos, la agricultura funciona como una industria más, los alimentos recorren miles de kilómetros para llegar a nuestras mesas, y se dedican menos tierras a cultivar alimentos sanos y más tierras a producir mercancías baratas.

Las políticas agrarias y los Tratados de Libre Comercio -como el TTIP o el CETA- son una amenaza para acabar con lo poco que queda de las economías locales, y con la soberanía de los pueblos. Las semillas están sujetas a leyes de propiedad intelectual, y los procesos de mercantilización de la naturaleza convierten los alimentos en activos financieros y, por tanto, receptores de importantes inversiones, comercializables en el mercado financiero y sujetos a especulación.

Las campesinas, que producen la mayor parte de los alimentos que sostienen nuestra vida, ven cada vez más vulnerados sus derechos básicos a medida que empeora la crisis económica y ecológica. Esta situación está estrechamente relacionada con violaciones continuadas de los derechos humanos: expropiación de tierras, desalojos forzosos, discriminación y violencia machistas, dificultad de acceso a la tierra y falta de desarrollo rural, bajos ingresos y falta de acceso a los medios de producción, protección social insuficiente y criminalización de los movimientos que defienden los derechos de las campesinas y de las personas que trabajan en las zonas rurales en todo el mundo.

Asturies es un ejemplo de ese proceso de destrucción al que se ve sometido nuestro campo, como consecuencia de unas políticas agrarias dictadas en despachos cerrados a miles de kilómetros. Mientras las campañas publicitarias muestran una imagen de la Asturies verde y vendible del ‘paraíso natural’, las campesinas asturianas desaparecen o sobreviven a base de grandes esfuerzos, el aire del centro de la región es irrespirable, los pueblos se destruyen por abandono, los incendios asolan una y otra vez el territorio, se abandonan las comunicaciones y transportes públicos que unen los pueblos y se invierte en autovías y obras faraónicas que aíslan los pueblos y permitan un viaje más rápido en busca de otras alternativas de vida que aquí no parecen posibles. Quizá la finalidad de esas políticas sea, que esta tierra acabe convirtiéndose en un parque temático en el que mostrar un pasado del que ya solo queden vestigios arqueológicos.

La Soberanía Alimentaria se abre camino
La respuesta de las organizaciones campesinas de todo el mundo, unidas en la Vía Campesina, es la lucha por la soberanía alimentaria. La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a decidir cómo producir y distribuir sus propios alimentos, garantizando la alimentación sana y segura de todas las personas. Este derecho se sostiene en el trabajo de los campesinos y campesinas, de las pequeñas y medianas productoras, de las pescadoras, de las pastoras, de las indígenas que son quienes mantienen la producción de alimentos basándose en los conocimientos tradicionales y en la conservación de la biodiversidad.

Como en todas las luchas, queremos reivindicar el papel de las mujeres en ésta. La soberanía alimentaria también es feminista porque la está haciendo posible la resistencia cotidiana de las mujeres que cuidan nuestros cuerpos y de nuestros territorios. Y sin embargo, no puede ser sólo responsabilidad de las mujeres. Hombres y mujeres tenemos que ocuparnos de forma corresponsable de la alimentación y de todos los trabajos asociados al mantenimiento de la vida.

Pero son muchos los problemas a los que se enfrentan en esa lucha cotidiana: la falta de medios para desarrollar su trabajo; los bajos precios de los productos agrícolas; la desvalorización de la vida en el campo; la falta de políticas e incentivos que apoyen a la agricultura campesina, local y artesanal; la existencia de legislaciones adaptadas a la gran producción…

Por eso, para avanzar hacia la soberanía alimentaria se hace fundamental el apoyo decidido a la producción agroecológica local. En Asturies existe una red de pequeñas productoras, dedicadas a la agricultura y a la ganadería ecológicas, que a pesar de las dificultades crecientes, luchan por mantener unas formas de producción y de vida que les permitan continuar en el campo, y seguir cultivando y cuidando nuestros alimentos.

Alimentos para todas, responsabilidades compartidas
Todas somos responsables, en la medida en que todas somos consumidoras de alimentos y, por tanto, podemos tomar decisiones conscientes que pueden influir en nuestro entorno más cercano.

La bandeja de manzanas que recogemos de la estantería del supermercado, seguramente tiene detrás muchos pesticidas y abonos químicos que contaminan las tierras y las aguas, y capas y más capas de conservantes y plásticos que permiten que llegue en ‘perfectas condiciones’ a esa estantería, a pesar de haber recorrido miles de kilómetros. Quizá tenga también detrás a trabajadoras inmigrantes acosadas y explotadas, a agricultoras locales que no pueden competir en un mercado que disminuye cada vez más el precio de su trabajo, o al pequeño comercio del barrio que acaba teniendo que cerrar por la competencia desleal de las grandes superficies.
El consumo responsable implica consumir alimentos sanos, de cercanía y de variedades autóctonas. Alimentos adquiridos en los mercados locales y en las tiendas de nuestros barrios y producidos por campesinos y campesinas que habitan el territorio y que cuidan de nuestro entorno. Además estos campesinos y campesinas mantienen el mundo rural vivo, custodiando las tradiciones culturales y los saberes populares. El consumo responsable también implica nuestro apoyo a sus reivindicaciones y sus luchas que son las nuestras.

Desde la Campaña Asturiana pola Soberanía Alimentaria nos sumamos al llamamiento mundial de la Vía Campesina para conmemorar el Día Internacional de las Luchas Campesinas, y continuar trabajando para reforzar la soberanía alimentaria, la lucha contra el cambio climático y la conservación de la biodiversidad. Para luchar por una auténtica reforma agraria y una mejor protección contra el acaparamiento de tierras. Para continuar conservando, usando e intercambiando nuestras semillas. Para fortalecer la solidaridad con y entre las gentes campesinas.

17 de abril, Día Internacional de las Luchas Campesinas
Campaña Asturiana pola Soberanía Alimentaria

17 de abril, Día Internacional de las Luchas Campesinas

jornadas_luchas_campesinasel viernes 11 a las 19h en La Casa Azul (C/ Pedro Fernández Méndez, 2, bj, Navia). Foro: Formas de economía colectiva alternativas al sistema.

el sábado 12 a partir de las 11:30h en Brieves (Valdés). Mercado ecológico y artesano, comida porpular. Contaremos, además, con las siguientes actuaciones:
Dos tomates, dos destinos. Grupo Medioambiente 15M-Xixón.
Homenaje al campesino. A Pequena Compañía de Nenos Enormes y Espacio Caracola.

El martes 22 a las 19:30h en la Casa Sindical (C/ Sanz Crespo 3, bj, Xixón). Mesa redonda: Las cooperativas agrarias. Con Samuel Ortiz, Cooperativa Catasol (Castrillón) y Parad@s y precari@ Asturies. Y a las 21:30h en el CS Sestaferia (C/ Joaquín Alonso Bonet, 3, Xixón) cenador solidario.

El miércoles 23 a las 19:30h en Noreña. Mesa redonda: Cooperativismo agrario. Con Samuel Ortiz, Cooperativa Catasol (Avilés) y Parad@s y precari@ Asturies.

El viernes 25 de abril a las 19h en los locales de Paz y Amistad-CSI (Pza Pedro Menéndez, 7, Avilés). Mesa redonda: Las mujeres alimentan al mundo. Con Isabel Vilalba Seivane (Sindicato Labrego Galego) y Susana Ruiz Franco (Libélula huerta).

Organizan: La Casa Azul (Navia) y Plataforma Asturiana pola Soberanía Alimentaria.

Colaboran: AA.VV. Los Arcos (Brieves) y Parad@s y precari@s Asturies.

17 de abril, día internacional de la lucha campesina

Con motivo del 17 de abril, día internacional de la lucha campesina, se organizan varias actividades:

El martes 16 de abril, a las 19h. en la Escuela de Arte, Plaza de Camposagrado (Avilés). Charla-debate: Trabajando por la Soberania Alimentaria. Con Fernando Fernández.

El sábado 20 de abril, de 16 a 20:30h. en el parque de El Coto (L’Entregu). Merca-acción: puestos de productos artesanos y agroecológicos, exposicion de carteles sobre medio ambiente, visita guiada, grupos de consumo, espacio para juegos, teatro de calle…

También Soldepaz organiza dos actividades para el viernes 19 y el sábado 20 en L’Entregu: https://www.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2013/descolonizar.html